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1978: El primer mundial ganado por Argentina

El 25 de junio de 1978, el Estadio Monumental de Buenos Aires vivió el colofón a uno de los Mundiales de fútbol más cargados de polémica de la historia con la victoria de la anfitriona Argentina, por 3-1, frente a Holanda y su “naranja mecánica”, gracias a la magnífica actuación de la estrella del torneo: “El Matador” Mario Alberto Kempes.

El clima político de la Argentina de 1978 ya había enrarecido el ambiente antes, incluso, de comenzar el torneo. El Mundial arrastraba la carga de ser utilizado por la dictadura militar argentina de Videla como medida propagandística para publicitar su ideología, sustentada en una represión feroz sobre sus opositores, que eran arrestados, torturados y asesinados en secreto a pocos metros de las instalaciones dónde se disputaban los partidos del Mundial. De hecho, algunos supervivientes relatan como desde los centros de detención, podían oír los gritos de los goles los días de partido.
A raíz de este hecho, varias federaciones y jugadores amenazaron con no disputar la fase final, para mostrar su rechazo a la Junta Militar pero, finalmente, la presencia de los combinados nacionales fue completa y no faltaron a la máxima competición de selecciones. Sí que faltó a la cita mundialista Johan Cruyff, la gran estrella futbolística del momento, que no disputó la competición con su selección, aunque años después adujese que la causa de su renuncia no fue política, sino personal.
A pesar de la ausencia de Johann Cruyff, la “naranja mecánica” de Rinus Mitchels, que había impresionado al mundo con su “fútbol total”, seguía siendo una de las grandes favoritas. También Alemania, actual campeona, partía como clara candidata al triunfo final. Incluso Francia, que había encandilado en la fase de clasificación con su vistoso juego, elaborado por su estrella Michel Platini, partía entre los favoritos.
La Argentina entrenada por Menotti, no era, por tanto, la gran favorita del torneo, pero el hecho de jugar en casa y estar acompañada por una afición volcada con su equipo y que llenaba de colorido cada partido disputado por la albiceleste, le otorgaban la ilusión necesaria para ser candidata a conquistar, por primera vez en su historia, el campeonato mundial.

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Ya estaba todo listo. Mundialito era la mascota. Un gauchito simpático. Una vez comenzado el Mundial, la polémica volvió a teñir el torneo. Tras la disputa de su primer partido ante Perú, la Selección de Escocia, debutante en la competición, tuvo que expulsar a su jugador Willie Johnston por dar positivo por fencanfamina, un componente que se encontraba en el medicamento Reactivan y que mejoraba las condiciones físicas del jugador.
En la fase previa, también se dió la cisrcunstancia de que Túnez consiguiese el primer triunfo de una selección africana en la fase final de un Mundial al vencer, por 3-1, a México el 2 de julio de 1978.
El gran escándalo del Mundial, por otro lado, llegaría el 21 de junio de 1978 en el encuentro que enfrentaba a Argentina contra Perú. Por aquel entonces, el Mundial se organizaba en dos fases de grupos. En la primera, los dos equipos que encabezaban la tabla se clasificaban para formar parte de la segunda, formada por dos grupos: el campeón de cada uno de ellos jugaría la final.
Argentina llegaba al partido que dictaría su clasificación o su eliminación con el agua al cuello pero, para sorpresa de todos, el choque se iba a convertir en un trámite. A Argentina no sólo le valía ganar a Perú, sino que estaba obligada a tener el ‘golaverage’ a su favor para colocarse líder de su grupo y, hasta el momento, Brasil lo tenía mejor que la albiceleste para clasificarse para la final. Por si fuera poco, el partido de la ‘verdeamarelha’ se disputó antes que el de Argentina, así que sabía el resultado que necesitaba: ganar por más de cuatro goles.
Se auguraba un partido difícil ante la rocosa Perú, pero Argentina le endosó, de manera relativamente fácil, seis goles a Ramón Quiroga, portero peruano sobre el que recayó la mayor cantidad de críticas al ser argentino nacionalizado, y la sombra de la sospecha sobre un supuesto soborno de la blanquirroja tiñó de polémica, de nuevo, la competición.
Las dudas sobre ese partido aumentaron después de que algunos jugadores señalaran que el mismo presidente Videla se presentó en el camerino peruano antes de caer goleados, nadie nunca dijo que sucedió en ese encuentro o qué fue lo que les dijo el entonces dictador. Por suerte para el deporte, la final dejó de lado polémicas y política y vistió el estadio del River Plate, dónde se disputaba la final, de fútbol en estado puro. Las gradas, llenas a reventar, mostraban, gracias al confetti y a los papeles blancos que, volando desde la grada, inundaban el cielo, un aspecto inmejorable.


Argentina se cruzaba con otro equipo sin Mundial: Holanda. El equipo neerlandés había sido finalista en el anterior campeonato, pero había perdido la final ante Alemania y no quería volverse, de nuevo, con las manos vacías.
Los holandeses formaron con Jongbloed, en la portería; Poortvliet, Krol y Jansen, en defensa; Ernie Brandts y Willy Van der Kerkhof, en el centro del campo; y Haan, Rene Van der Kerkhof, Rensenbrink, Neeskens y Rep, por delante.
Argentina dispuso a Fillol, de portero; Tarantini, Pasarella y Olguín, en la defensa; Galván y Gallego, por el centro; y Ardiles, Bertoni, Luque, Ortiz y Kempes, más adelantados.
El partido, que empezó algo lento, poco a poco fue ganando en intensidad. Así, en el minuto 35 de la primera parte Kempes avanzaba a Argentina tras colarse con dos driblings entre la defensa «oranje» y batir con la izquierda a Jongbloed. Apodado “El Matador”, Kempes se había destapado como goleador en las dos temporadas previas al Mundial jugando en el Valencia y consiguiendo el trofeo «pichichi» en dos ocasiones. Era zurdo y jugaba por la izquierda de la delantera, pero Menotti lo retrasó para situarlo de volante y aprovechar mejor su potencia, ya que tenía un remate muy fuerte.


Tras el gol de Kempes, Holanda, gracias a su fútbol control, consiguió contrarrestar el juego más directo argentino e igualar la contienda. De todas maneras, aunque las ocasiones se sucedían en ambas porterías, no fue hasta el minuto 81 cuando Nanninga, que había entrado por Rep, remató de cabeza, a puerta vacía, tras una salida en falso de Fillol, el gol del empate. El partido se disponía a llegar a la prórroga, pero todo pudo cambiar en cuestión de segundos cuando, en el último minuto del tiempo reglamentario, Resenbrink remataba de cabeza para poner por delante a Holanda. Pero el poste rechazó su remate y el destino le volvía a dar la espalda a Holanda en una final.
La prorroga no tuvo más historia, ya que el empuje de Argentina, llevado en volandas por una afición que había visto como casi se le escapaba el Mundial en un minuto, sirvió para que Kempes, después de volver a driblar a dos defensas holandeses, rematase a puerta y, tras un primer rechace del portero Jongbloed, consiguiese poner en ventaja a los argentinos.
El tanto albiceleste hechó abajo las esperanzas holandesas y, más aún cuando, pocos minutos después, otra jugada entre el mismo Kempes y Bertoni, acabase con un remate del último para poner el definitivo 3-1 en el marcador del Monumental. La historia volvía a dejar a Holanda fuera del Olimpo y proclamaba a Kempes como la estrella de un Mundial que, a pesar de la luz del astro argentino, dejaba algunas sombras por el camino.

La elección de los estadios

La dictadura decidió utilizar para la ocasión dos de los estadios existentes en la ciudad: el llamado Monumental, del Club Atlético River Plate y el “Fortín” de Liniers, del Club Atlético Vélez Sarfield, en el oeste, en las inmediaciones de la proyectada autopista 25 de Mayo y de la avenida de circunvalación General Paz. Ambos estadios, aunque se pretextó que su elección se debía a la posibilidad de aprovechar las instalaciones ya construidas, fueron renovados íntegramente con amplios sectores de plateas (Vélez), además de modernizar y completar sus accesos, dotarlos de tableros electrónicos, columnas, pasarelas y equipos de iluminación con la tecnología más avanzada, proveerles instalaciones complementarias y expansiones abiertas y cubiertas y, en el caso de River, realizar discretamente el reemplazo de tribunas enteras de hormigón malamente afectadas por la falta de mantenimiento.  Los otros  estadios de la ciudad, todos ellos ubicados en la zona sur (San Lorenzo, Boca Juniors y Huracán) fueron desechados, al igual que los muy cercanos de Racing e Independiente en Avellaneda.

Si bien Argentina fue elegida sede en 6 de Julio de 1966, en 1974 el gobierno de Juan Domingo Perón decidió dejar la organización del mundial bajo la órbita del Ministerio de Bienestar Social a cargo de José López Rega, creando la Comisión de Apoyo al Mundial. Tras el golpe de Estado a Isabel Martínez de Perón, el gobierno dictatorial la reemplazó por el Ente Autárquico Mundial ’78. El EAM ’78, manejado por el almirante Carlos Lacoste, quien dispuso discrecionalmente de los gastos, asumió formalmente la organización del mundial, relegando a la AFA al rol de mero asesor.

En total el Mundial costó al estado argentino al menos 520 millones de dólares, se construyeron 3 tres nuevos estadios (Córdoba, Mendoza y Mar del Plata), ademas de las remodelaciones del Monumental de Núñez y el Amalfitani de Liniers, en Buenos Aires, y el Gigante de Arroyito, en Rosario, Santa Fé.

El Estadio Antonio Vespucio Liberti, mejor conocido como Estadio Monumental, es el estadio perteneciente a River Plate. El mismo ubicado en las avenidas Figueroa y Udaondo. Si bien pertenece al barrio de Belgrano, siempre fue identificado con el barrio de Núñez. Es el estadio con mayor capacidad de la República Argentina. En la Copa Mundial de Futbol de 1978, este fue el estadio principal y donde se disputo la final entre Argentina y Holanda. Fue uno de los dos representantes de Buenos Aires junto al Jose Amalfitani.

Para la realización del Mundial, los funcionarios de facto introdujeron una serie de reformas en el estadio.  Esto se había cerrado previamente en 1958 con la plata ingresada por la transferencia de Omar Sivori a la Juventus de Italia (18 millones de pesos en total). Luego en 1977 se cerró la bandeja alta, hoy denominada Tribuna Sivori. También hubo una renovación en la galería oval interna (pintura, baldosas, etc). Y por último se abrió un sector para la prensa en la tribuna Belgrano Media. Para todas estas reformas de cara al mundial, el Estado argentino le otorgo un crédito al club, el cual River pagó en cuotas hasta el último centavo. Este crédito, con la devaluación de la moneda, le costó el triple al millonario y quedo muy cerca de la quiebra en 1983.

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El Estadio José Amalfitani, conocido como el Fortín, es un estadio de futbol ubicado en Liniers y pertenece al Club Atletico Velez Sarfield. Se caracteriza por la excelente visión que tiene desde cualquier ángulo de la cancha. Posee una capacidad de casi 50.000 espectadores. Las dimensiones del campo de juego son 105mx70m. Fue uno de los 3 estadios que fueron modificados para la Copa del Mundo de 78 (los otros 3 fueron construidos de cero), y uno de los dos representantes, junto al Monumental, de la sede situada en la ciudad de Buenos Aires. La historia del actual estadio comienza en 1941 cuando las autoridades de Ferrocarril Oeste le ceden un terreno que para todos parecía irrecuperable, menos para Amalfitani, quien en algo más de dos años logro rellenar el pantano que había. Una vez logrado, comenzaron a levantar las tribunas con los tablones del viejo Fortín. En 1947 se comienza a reemplazar los tablones por estructuras solidas de cemento. En el ’69 se coloco el sistema de iluminación más avanzado de la época, en un amistoso contra el Santos de Pele. Para 1974 fue designada sub-sede del mundial de 1978. Para ello debió hacer varias modificaciones de acuerdo a las exigencias de la FIFA. Se comenzó la construcción. Se colocaron butacas en el sector inferior y se agregó una bandeja superior, denominada Platea Sur. Además se coloco un tablero electrónico sobre la popular este, que utiliza el generador de electricidad del estadio. Esto le dejó al estadio una capacidad de 49.540 personas. Las remodelaciones se llevaron a cabo gracias a un préstamo realizado a la entidad de Liniers, deuda que fue cancelada posteriormente.

El Estadio Gigante de Arroyito (antiguamente llamado Estadio Lisandro de la Torre), se encuentra en la ciudad de Rosario, Argentina. Está ubicado en el Boulevard Avellaneda entre Avenida Génova y Paseo Ribereño y lleva el nombre de Gigante de Arroyito, debido a que se encuentra en el barrio rosarino que es conocido popularmente como Arroyito. Fue inaugurado el 3 de diciembre de 1925 y a través de numerosas reformas, logró alcanzar la actual capacidad de 41.465 espectadores, siendo el mayor de Rosario y el tercero mayor del interior de la Argentina. Rosario Central se mudo varias veces de cancha hasta que hasta que el 1 de diciembre de 1927 la Municipalidad de Rosario le concedió un terreno localizado en el cruce de la Avenida Génova y la calle Juan B. Cordiviola, en donde el club ya tenía construido el estadio desde 1925.

En 1974 Rosario Central y Newell’s Old Boys presentaron a sus respectivos estadios como potenciales sedes para la Copa Mundial de 1978 que se disputaría en Argentina. La decisión no fue para nada fácil. El Comité de la FIFA que visitó Rosario recibió maquetas y presentaciones audiovisuales que mostraban las diferencias entre ambos clubes. El 17 de diciembre de 1974 llegó al despacho de Antonio Andrade, titular del Concejo Municipal de Rosario, un despacho telegráfico que decía textualmente: «Comunícole sus efectos elegir estadio Club Rosario Central para partidos Copa Mundial 1978. Comité Organizador Mundial ´78». A partir del momento de la designación, los planes de los dirigentes de Central fueron cambiando y el Ente Autárquico Mundial 78 se hizo cargo de la construcción de las tribunas populares altas y la mitad de la platea alta que faltaba más el resto de las obras de infraestructura que se pueden ver hoy en el estadio. Desde la reforma de 1978 no se hicieron mayores cambios en la estructura del estadio.

El Estadio José María Minella es un estadio de futbol de la ciudad de Mar del Plata. El estadio no es propiedad de ningún club, pero allí juegan sus partidos como local Aldosivi, Alvarado y Unión. Su superficie es de césped natural. Las dimensiones del campo son de 105m x 70m. La capacidad es de 35.354 espectadores.  Es uno de los 3 estadios que fueron construidos de cero por la EAM para la realización del Mundial de Futbol de 78. Fue inaugurado el 21 de Mayo de 1978. Popularmente se lo conoce como Estadio Mundialista debido a su participación en el Mundial del ’78. Esto se debe a que el periodista marplatense Mario Trucco realizó una campaña para imporle ese nombre.

El Estadio Malvinas Argentinas es un estadio de fútbol ubicado en la ciudad capital de la provincia de Mendoza, en Argentina. Dicho estadio está situado dentro del Parque General San Martín. Este estadio no está en propiedad de ningún club, sino del gobierno de la provincia de Mendoza. Sin embargo, el equipo Godoy Cruz disputa sus partidos del primer equipo en este estadio. La superficie del campo es de 105m x 70m. Tiene una capacidad de 45.000 aproximadamente. La Argentina iba a ser sede de la Copa del Mundo de 1978 y necesitaba construir estadios a la altura del acontecimiento. El Ente Autárquico Mundial ’78 definió que Mendoza debía ser una de las sedes, pero luego de inspeccionar las instalaciones de los clubes locales decidió que era más conveniente construir un estadio completamente nuevo, ubicado en las cercanías del centro de la ciudad, al pie del imponente Cerro de la Gloria y aprovechando la tipografía de la Olla.  Se comenzó a construir en 1976 y fue inaugurado el 14 de mayo de 1978, con un partido entre los seleccionados de Mendoza y San Rafael.

El Estadio Olímpico Chateau Carreras, actualmente conocido como Mario Alberto Kempes, es un estadio olímpico ubicado en la reserva natural Chateau Carreras, sobre la Av. Cárcano, a 10 km. del centro de la ciudad de Córdoba, Argentina. La dimensión del campo es de 106m x 70m. y la capacidad actual es de 57.000 espectadores. Su inauguración fue el 16 de mayo de 1978, pero su reinauguración luego de las reformas fue el 26 de junio de 2011. El estadio pertenece al Gobierno de la Ciudad de Córdoba pero en diversas ocasiones los tres clubes más importantes de la provincia realizan sus partidos de local del primer equipo allí. Estos clubes son Instituto, Talleres y Belgrano.  Yatasto Noticias. Fue construido por el Estado argentino con el objetivo primordial de ser una de las sedes Mundial de Fútbol de 1978, disputado en la Argentina cuando se decidió que Cordoba sería una de las sedes. Fue inaugurado el 16 de mayo de 1978 en un partido entre la Selección Argentina y un combinado del fútbol cordobés.

Como conclusión podemos decir que el Mundial de Futbol fue un gran gasto para la Argentina, de hecho se gastó 5 veces más que en España 82. Obviamente hay que tener en cuenta la calidad de los estadios, ya que Argentina no tenia estadios de primer mundo como lo eran el Santiago Bernabeu, Camp Nou o el Vicente Calderon, por lo tanto los gastos eran mucho más para alcanzar los requisitos mínimos de la FIFA. De igual forma, la cifra fue recién alcanzada en Italia 90. Estos gastos casi dejan en quiebra al club River Plate luego de saldarla. También podemos ver que las reformas que se hicieron fueron parecidas. Agregaron tribunas, mejoraron los asientos. Pero eran mejoras de gran calidad. De hecho, en el estadio Gigante de Arroyito se utilizaron butacas traídas de Alemania de una calidad extraordinaria, que con 30 años de uso aun siguen intactas. Cuando las butacas actuales son de pésima calidad, están rotas con 5 años de uso, y totalmente desteñidas. En cuanto a los estadios que se construyeron, los tres eran estéticamente parecidos, una tribuna principal techada contra otras descubiertas. El campo tiene las mismas dimensiones. Ahora el único que ha quedado como fue construido fue el Minella, los otros dos sufrieron reformas, sobretodo el de Córdoba que se agrego una tribuna, se hicieron las populares de cero y se techo todo. Esta prácticamente irreconocible. También este mundial sirvió para mejorar la calidad en cuanto a estadios argentinos, y eso lo acerco a Argentina a ser cede de otros eventos de alta importancia, como Copas Américas, Mundiales Sub 20, entre otros.