El padre de Cassandre, Jean Michel Bouvier, brindó una declaración testimonial frente al tribunal de la Sala II, donde se ventila la causa por la violación y asesinatos de las turistas francesas, la cual definió como “surrealista, incoherente y con elementos dudosos”. A su inicio leyó una carta al tribunal, lamentando no poder decir “señoras y señores jueces”. En su texto dijo confiar en que se hará justicia, exigiendo que se conozcan detalles de quien la masacró, cometiendo el sacrilegio supremo de que perdiera la vida.
Bouvier fue el último en declarar en la primera audiencia del juicio por la violación y asesinatos de las turistas francesas, cuyos cuerpos fueron encontrados en la Quebrada de San Lorenzo, el 29 de julio del 2011.
El debate finalizó a las 15,38 luego de haber pasado por el lugar de los testimonios, uno de los imputados Daniel Octavio Vilte Laxi, Lahoucine Moumni, Zohra Moumni, y Marianne Bouvier.
Los padres
Los Mounmi definieron el perfil de su hija, como buena estudiante y buena persona, resaltando sus valores solidarios y humanos. Zohra, la madre recordó que el día 15 de julio del 2011, a horas 14, recibieron un llamado de Houria que les pedía le depositaran dinero, porque dejó su valija con la tarjeta en Buenos Aires.
“Se le depositó el dinero ese día, pero nunca nadie lo retiró”. Marianne Bouvier, por su parte, leyó unos poemas que amigos de su hermana le hicieron llegar y el último e-mail que recibió de ella el día 10 de julio, interrumpiendo en varias oportunidades su relato, por la emoción y el llanto.
Jean Michel
A su turno, el padre de Cassandre, quien tuvo acceso al expediente, pidió que su declaración sea testimonial, para poder aportar datos a la causa. Brindó el perfil de su hija, a quien definió como humana, solidaria, preocupada por la discriminación, y el sometimiento de una persona en manos de otra.
Fue consultado por los defensores de Gustavo Lasi sobre sus dichos de la incoherencia, de una causa definida como surrealista, a lo que señaló que hay elementos dudosos en la instrucción, como la aparicion de unos lentes Ray Ban, que le fueron entregados cuando llegó a Salta a reconocer el cadáver de Cassandre. «Me odio, por no haber reaccionado en ese momento, ya que al policía que me dio esos lentes que dijo estaban cerca del cuerpo de mi hija, no le pedí el nombre», relacionó esos lentes con una mujer que aparece en una de las fotos de las turistas en San Lorenzo.