Bajo una hermosa luna y un espectacular show de luces, se prendió la fiesta deportiva más importante del año en Colombia: los Juegos Mundiales 2013. El mítico estadio Pascual Guerrero fue testigo de una maravillosa muestra cultural que, al estilo de los mejores circos del mundo, demostró porqué Colombia es el de mayor diversidad étnica y cultural en el planeta.
A las 8:00 de la noche empezó la fiesta deportiva en Cali. Al compás de la música colombiana y un público alegre que anunció lo que sería una maravillosa inauguración, que le dio la bienvenida a más de 100 delegaciones de diferentes partes del mundo.
La celebración empezó con un vídeo de la comunidad caleña de Siloé, en donde un grupo de jóvenes hacen un recorrido por la ciudad de Cali en busca de un frisbee lanzado desde una montaña, por una persona oriental. En él se vieron diferentes acrobacias, que luego salieron a la cancha del Pascual Guerrero para anunciar a las delegaciones que competirán.
Colombia, por supuesto, fue una de las más aplaudidas, ya que cerró el desfile que duró aproximadamente una hora. Acto seguido, al estilo de música clásica y ópera, fue entonado el himno nacional que, luego de finalizado, fue alabado y acompañado con una frase singular como: “Cali se lució”.
Hace cuatro años, la capital del Valle del Cauca recibió la noticia de que había sido elegida como sede de los Juegos Mundiales 2013, nombramiento que nuevamente le otorgó el reconocimiento de ser una ciudad comprometida con el deporte. Este acontecimiento fue recordado por el presidente del Comité Local Organizador, Rodrigo Otoya Domínguez; el presidente de la Asociación de Juegos Mundiales, Ron Froehlich; y por último el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, quienes se mostraron complacidos con lo realizado por Cali, hasta ahora.
‘Metamorfosis, el juego de las transformaciones’, nombre que se le dio al acto inaugural, pudo ser llamado el circo de ‘la caña’, pues dejó ver la creatividad, alegría e impresionante coreografía de cientos bailarines caleños, que actuaron bajo la dirección de Anamarta Pizarro, directora del Festival Iberoamericano de Teatro.
Como era de esperarse, fue la salsa la que le imprimió el ritmo a esta fiesta deportiva, con un show preparado por bailarines profesionales, que le siguieron el paso a una orquesta caleña que tocó en vivo.
El punto álgido de esta hermosa muestra fue cuando se escuchó la canción representativa de la ciudad: ‘Cali Pachanguero’, junto a un show de fuegos pirotécnicos, que anunció el final de una destacada inauguración, que no tuvo nada que envidiarle a las más grandes del mundo.
Con aplausos, gritos y decenas de olas que fueron muestra del agradecimiento del público caleño, finalizó esta hermosa presentación que, sin duda, augura un impresionante evento que marcará para siempre a Colombia y la pondrá en lo alto de las mejores naciones organizadoras de citas orbitales.