Miles de personas se acercaron al paraje San Rafael en la localidad de San Carlos para presenciar de cerca a los autos y camiones que pasaron por ese gran circuito natural.
La vigilia comenzó por la noche, con fogones y asados, todo fue una cuestión familiar. Parecía que todos se conocían pero hubo gente de Bolivia, Chile, Paraguay y hasta de países europeos. Tampoco faltaron los vecinos de Tucumán, Catamarca, Jujuy y La Rioja.
Familias enteras que se animaron a aventurarse en medio de la nada para ganar un lugar de privilegio antes de que pasen los autos. Los cerros fueron butacas de lujo para aquellos que se arriesgaron a subir.
Las carpas con las conservadoras bien cargadas estuvieron a la orden del día y tampoco faltaron los que sacaron provecho de gran calor que hizo ayer para vender las gaseosas con algún «aperitivo».
Ya en plena competencia empezaron a cruzar los primeros autos y camiones, uno de los más aclamados fue el principe qatarí Nasser Al-Attiyah pero obviamente, los argentinos Orly Terranova, Emiliano Spataro y Federico Villagra, tambien fueron aclamados.
El Río La Viña hizo por momentos intransitable la etapa 6 pero los pilotos exigieron al máximo sus motores para poder cruzar el cauce.
Entre la solidaridad y la imprudencia
El control policial y de gendarmería fue desbordado por la cantidad de gente que se acercó. Con el río en el medio del circuito a varios autos les costó pasarlo y hubo dos vehículos que se que se quedaron a mitad de camino.
La gente cruzó la cinta que dividia la zona de espectador y empezó a ayudar a los pilotos para sacar a los autos estancados. Mientras la ayuda se efectuaba, los demás competidores pasaban a gran velocidad a solo metros de los espectadores solidarios. Pero a ellos, nadie ni nada, les podía quitar esa adrenalina de estar tan cerca de los pilotos.