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«La gente del noroeste argentino le tiene odio al árbol porque le sobra»

«El único lugar donde valoran al árbol, lo cuidan y saben cómo hacerlo es Mendoza. Fuera de Mendoza, es un desastre. No solo en SALTA, sino también en Córdoba y Buenos Aires. El árbol no cuenta», lamentó Lázaro Juan Novara, exprofesor de Botánica en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta.
¿Cómo hay que cuidar un árbol en la ciudad?
No podándolo, mientras se pueda. Toda poda que se le hace a un árbol es perjudicial, aunque esté magistralmente hecha. Para el árbol es una amputación y va a sufrir. Tampoco se puede dejar que el árbol crezca como quiera, sin tocarlo, porque, si no, empieza a largar las ramas bajas y no se puede pasar.
La gente pregunta: «¿Qué árbol puedo poner que no levante las veredas?». Es muy fácil -les digo-: poné un árbol de plástico. Todo árbol levanta la vereda. Para que no lo haga, hay que elegir una especie adecuada para el espacio de vereda que tengo. No es lo mismo poner un árbol en el microcentro, cuyas veredas miden 80 cm, que ponerlo en San Lorenzo que tiene todo el campo para desarrollarse. En el centro no se puede poner nada porque la taza que hay que hacer para poner el árbol es de 80 cm. En esas condiciones, imposible. En una vereda normal de 2,50 m tiene que ser una especie de reducido porte, como crespón o lluvia de oro. Este es un árbol que está empezando a cultivarse en Salta y es ideal porque el tronco no llega a 20 cm de diámetro, tiene raíces muy profundas, no molesta y, si uno lo sabe guiar, vive fácil y muy bien. Es uno de los mejores.
Lo primero que hay que hacer con un árbol de vereda, donde pasa la gente, es cuidar que no tenga ramas bajas que molesten. La gente pone el arbolito, lo riega y nunca más se acuerda. Le da la misma importancia que al poste de la luz que tiene al lado. Al árbol hay que regarlo, cuidarlo y hay que irlo formando. Es como un hijo: de chiquito hay que formarlo para que crezca bien.
Hay que saber cómo podarlo y eso depende de la especie y del hábito de crecimiento. Hay que aprender en algún curso y en Salta hay pocos.
¿Por qué la gente mutila los árboles?
En general la gente del noroeste argentino le tiene odio al árbol porque le sobra. Lo que a uno no le cuesta, no lo valora ni lo cuida. Mendoza es un lugar donde no existía prácticamente el árbol, sino que lo llevaron. Como nos sobra, no lo cuidamos. Acá tenemos una vegetación impresionante: cedros en Lesser, en Yacones, en el camino de cornisa. Es una maravilla, pero a la gente de acá no le interesa.
He ido a propiedades rurales en Anta o Rivadavia, donde desmontan 2, 3 o 4 mil hectáreas y no dejan el mínimo arbolito. Hacen la casa en el medio del desmonte. Una cosa terrible. Cuando uno llega al mediodía es un espanto. No dejan nada por los bichos, las moscas, los mosquitos. Odian el árbol. En San Lorenzo y Vaqueros se ve lo mismo. Compran un terreno que adentro tiene lapachos y ceibos hermosos naturales. Lo primero que hacen antes de edificar es tala rasa a todo el terreno. Destruyen todo. Lo dejan bien lisito sin un solo árbol ni una matita de pasto. Ahí construyen la casa.
En otros lugares, donde se aprecia el árbol, hacen el plano para la casa en función de los árboles que tiene. Donde hay un lapacho hacen un jardín de luz interior o un comedor. Hacen el jardín para que al costado esté el ambiente.
¿Puede ser que no se cuide el árbol por ignorancia?
Sí. A la gente no se la ha entrenado y no se le ha hecho ver que al árbol hay que cuidarlo.
La poda mal hecha es porque no la conocen. Cada árbol tiene su hábito de crecimiento y su modo de formar las yemas sobre las ramas. Esas yemas, cuando prosperan, forman una nueva rama que tiene una posición definida. Cada especie de planta es distinta. Hay plantas que tienen las yemas más vigorosas arriba y otras que las tienen abajo. La poda depende de qué tipo de crecimiento tiene.
¿Los árboles que se pueden poner en Salta capital son los mismos que en otros municipios?
Poner árboles en San Antonio de los Cobres es una misión casi imposible. Los se ponen en Güemes, Metán, Rosario de la Frontera y Salta capital son bastante similares.
En las zonas más tropicales hay especies que no van en Capital. Al revés casi no sucede. Todo lo que anda acá, anda en Orán.
Al revés es muy poco. Todo lo que anda acá, anda en Orán,
Las tipas del aeropuerto Martín Miguel de Güemes, de Salta capital, fueron mutiladas. Foto: Pablo Yapura
El chivato, por ejemplo, es una especie muy tropical que vive en lugares donde no hay heladas. En Orán anda bien y es un árbol hermoso. Es una leguminosa, parienta del poroto. Tiene unas flores rojas, unas chauchas que pueden medir 80 cm de largo. Es extraordinario. Hay muchas especies así que quizá se encuentran en Salta, pero el día que haya una helada fuerte, el árbol se seca. La misma naturaleza pone las cosas en su lugar: a los chivatos en Orán y en Salta no deja ninguno. Así, con todas las especies.
¿Hay árboles que de por sí traigan problemas?
El único árbol que odio es el sereno. Es la maleza arbórea más agresiva. Se está convirtiendo en un problemón en la provincia de Salta y en la parte centro y norte de la Argentina. Trajeron de China el árbol pero no los agentes naturales de control. Todo organismo tiene plagas, hongos, insectos y enfermedades que lo controlan. Este árbol está liberado y se comporta de una forma terrible.
Los serenos asilvestrados han crecido de tal modo que han erradicado a la vegetación autóctona de la Quebrada de San Lorenzo. El cerro detrás del Castillo se ve hermoso, pero son todos serenos que han desplazado a los árboles autóctonos. La desgracia es que esto no tiene marcha atrás. Para cambiar esta situación sería muy costoso. Habría que ir con motosierra, pico y pala y erradicar a mano uno por uno los serenos y, mientras tanto, tener plantines preparados de las especies que crecían en ese lugar. Volver a poner los cedros, lapachos y laureles artificialmente. Otra forma ya no hay. El fruto del sereno, que es pariente muy cercano del olivo, tiene un aceite que es terrible. Cuando cae al suelo, impide que germinen semillas de otros árboles. Cambia la acidez y la estructura del suelo debajo del árbol. No tiene competencia. Es maldito.
¿Cómo debe hacerse la poda de los árboles?
Se poda todos los meses que no tienen “r”: mayo, junio, julio y agosto. Es cuando la planta está en receso y no tiene savia en movimiento. Cuando entra la primavera ya pasó la época. El peor daño que se le hace a la planta es podarla en septiembre u octubre. Entonces se malogra el arbolito.
¿Hay que podar los arbustos?
El arbusto en general no es necesario podarlo. ¿Para qué lo voy a podar, si no me molesta? Lo dejo que crezca solo. La poda se hace porque molesta y causa algún perjuicio a la persona.
No hay que poner la planta a menos de un metro de la tapia con el vecino porque después crece, pasa por encima de ella y la copa se forma sobre su casa y le ensucia el patio o la cochera. Esas cosas hay que cuidarlas.
¿Cómo conviene plantar en las veredas?
Cuando pongo el árbol en el centro de la taza, alrededor tiene que quedar un espacio en donde entre una planta. Si tengo un árbol de 40 cm de diámetro, necesito 25 cm más alrededor. Necesito 90 cm de taza para que crezca un árbol.
Lo mejor es no hacerle ningún reborde a la taza. Conviene hacer la vereda y que caiga en la taza para que, cuando llueve, el agua, al correr, vaya ahí. Si le hago una muralla, recibe solo la gota de agua que justo cae en la taza.
¿Cuáles son los beneficios de los árboles en las ciudades?
Beneficios, todos. Son el pulmón verde de las ciudades, eliminan anhídrido carbónico y aportan oxígeno, que es lo fundamental. En casos especiales trae perjuicios, como el sereno.
¿Cómo ve a Salta capital en materia de arbolado?
Salta, dentro de todo, tiene la suerte de tener un diseño muy particular porque es una ciudad angosta y muy larga. Hacia el este está el filo de cerro San Bernardo, 20 de Febrero y demás, que la recorre de punta a punta. Del lado oeste hacia el norte está el campo militar. El espacio que hay en el medio es pequeño.
Una plaza ayuda mucho, pero si falta, como estamos tan rodeados de cerros y de naturaleza, no se siente tanto como en Córdoba, Rosario o Buenos Aires, tremendas ciudades donde no hay nada. Ahí la plaza es fundamental.

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Novara Fue fundador y primer director del Herbario del Museo de Ciencias Naturales de Salta e investigador del Consejo de Investigación de la UNSA de la flora del VALLE DE LERMA. Su trabajo está compilado en el sitio www.cargocollective.com/novara.

fuente: El Tribuno