La actriz colombiana Celmira Luzardo, reconocida por una amplia carrera artística y su papel de Catalina Ángel en la telenovela «Yo soy Betty la fea», murió a los 61 años en Bogotá por problemas respiratorios, informaron medios locales. Luzardo padecía cáncer y había viajado desde la caribeña isla de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en donde residía, hacia la capital colombiana para recibir atención médica. Hermana de los también actores Consuelo y Julio, se consagró como una de las más cotizadas artistas de las décadas de los 80 y 90 por su formación en escuelas internacionales como The National Film Institute de Londres y el Centro Sperimentale di Cinematografia de Italia.
Desde hace varios años la actriz se retiró de las pantallas por los problemas de salud que la aquejaban.
En Twitter, algunos de sus colegas lamentaron el hecho y destacaron el talento de la actriz que participó en producciones como «La porta Zaina», «Francisco el matemático», «Los cuervos», «La mujer del presidente», «El amor es más fuerte» y «La tregua», entre otras. «La bellísima y talentosa Celmira nos dejó. No tengo palabras. Buen viaje», escribió el actor Jorge Enrique Abello, protagonista de «Yo soy Betty la fea», producción en la que Luzardo se convirtió en la artífice del cambio de look que vivió Betty.
Ana María Orozco, la protagonista de la recordada novela, expresó su dolor retuiteando un mensaje de Juan Sebastián Aragón, actor colombiano: «Profunda tristeza embarga a la industria de la televisión y del teatro con la partida de nuestra querida Celmira Luzardo».
La noticia de la muerte de Celmira Luzardo, reconocida actriz colombiana, sorprendió a muchos de sus compañeros en la televisión de su país. Con mensajes de agradecimiento y admiración, los amigos se han manifestado vía Twitter y en entrevistas a diferentes emisoras nacionales han hablado compañeros como Mario Ruíz y Carlos, El gordo, Benjumea quien en dialogo con el programa La señal de la mañana de Señal Radio Colombia, habló de su amiga: «A Celmira, la conocí, siendo ella muy niñita, porque Consuelo, su hermana, y yo estudiábamos en la misma escuela de teatro, (…) Esta noticia me agarra con mucha tristeza, yo no sé porqué, no esperé este momento». Benjumea indicó que era muy linda en todo el sentido de la palabra, «una mujer muy espiritual y que estuvo en La India en un período importante de su vida, era una mujer que su vida fue dura». A ella le tocó vivir episodios muy tristes que la sumieron en la tristeza, como el fallecimiento de su esposo al poco tiempo de que se casaran, «pero su hija le llenaba la vida y sus hermanos Consuelo y Julio debieron estar con ella», afirmó el reconocido actor.
El poema es de Mario Benedetti y se llama ‘Última noción de Laura Avellaneda’. La voz en off era la de Celmira Luzardo y fue el final de la telenovela La tregua, de RTI, basada en la novela del mismo nombre del escritor uruguayo. “Usted Martín Santomé/ no sabe cuánto he luchado por seguir viviendo, / cómo he querido vivir para vivirlo, / porque me estoy muriendo Santomé”.
Laura Avellaneda había muerto de una gripa mal cuidada, dejando solos a sus padres (sastres) y a su novio, Martín Santomé, un empleado de banco a punto de pensionarse, que además era su jefe. La pareja se enamoró en el silencio del trabajo y planeaba casarse.
Y por eso este jueves, tras conocer la noticia de la muerte de la actriz Celmira Luzardo, Pepe Sánchez, que personificó a Martín Santomé, dijo, con dolor, que gracias a ella, su Santomé era, de lejos, el mejor personaje de su larga carrera.
“Además de la excelente dirección de David Stivel, de los maravillosos libretos, estuvo Celmira, con quien pude compartir muchos momentos gratos y, especialmente, conversar el guion entre los dos”, contó Sánchez.
La amistad de Sánchez con los Luzardo (Consuelo, actriz, y Julio, cineasta) es de vieja data. “Soy amigo de Julio hace muchos años y cuando hicimos la película ‘El río de las tumbas’, dirigida por él, me acuerdo ver a Celmira allí, observando lo que pasaba en la grabación. Al set la llevaba Consuelo, su hermana. Por eso, para mí fue un momento muy feliz estar con ella en La tregua”.
Y es que aunque para las nuevas generaciones el nombre de Celmira Luzardo no era muy conocido, fue una de las actrices más importantes de las décadas 70 y 80 y su último gran personaje fue en ‘Yo soy Betty la fea’, donde representó a Catalina Ángel, la mujer que se encargó de mostrar la belleza de Beatriz Pinzón Solano, escondida por unas gafas horrorosas, un capul que no le dejaba ver la cara y una ropa que no iba con su figura.
En esa producción la conoció el actor Patrick Delmas, que representaba a Michelle, su mejor amigo en la telenovela, un francés radicado en Colombia que se enamoró de Betty.
“Yo no hablaba muy bien el idioma todavía y fue un personaje difícil. Celmira me recibió con mucha dulzura”, cuenta Delmas. Agrega que por esos días (año 2.000), la esposa de Delmas, María Fernanda Cortés, mánager de actores, estaba en embarazo “y para que estuviéramos juntos, Celmira habló con Fernando Gaitán, el libretista, para que la incluyera en la producción”. De este modo, Cortés fue Ornella, una periodista. “Fue una iniciativa maravillosa que siempre le agradeceré a Celmira”, manifiesta Delmas.
Y pese a que se hicieron muy amigos en la telenovela y se siguieron hablando por algún tiempo, “con nuestro trabajo en distintas producciones muchas veces nos distanciamos de gente especial. Sin embargo, cada vez que nos veíamos sentía su maravillosa energía y, especialmente, su sentido del humor, que era genial”, comenta Delmas.
Esta cercanía de Luzardo con Fernando Gaitán (además del libretista de Betty, el de Café con aroma de mujer y Hasta que la plata nos separe, y hoy vicepresidente de Producto del canal RCN) también era de vieja data: “Era la mejor amiga de mi vida, además de una gran actriz. Una persona vital que conocí hace más de 20 años”, comenta el libretista.
Trayectoria
Celmira Luzardo nació el 17 de diciembre de 1945 en Bogotá. Fue actriz de cine, teatro y televisión. Estudió edición y montaje en ‘The National Film Institute’ de Londres y en Italia cursó estudios en el ‘Centro Sperimentale di Cinematografia’.
En 1973 protagonizó la telenovela ‘La herencia’ y cuatro años más tarde actuó en la película ‘Esposos en vacaciones’. Otra de sus incursiones en el cine fue en ‘Colombian Connection’, ambas de Gustavo Nieto Roa.
Además de ‘La tregua’, estuvo en ‘Los cuervos’, ‘El pasado no perdona’, ‘La potra zaina’, ‘La mujer del presidente’ y ‘Francisco el matemático’, entre otras.
En teatro estuvo en ‘Panorama desde el puente’, bajo la dirección de Ricardo Camacho, uno de los fundadores del Teatro Libre.
Para Camacho, fue “una gran actriz y una gran mujer. Ella, por esa época (1984), no había hecho mucho teatro y no me parecía que se tomara muy en serio su trabajo como actriz en la televisión: siento que lo veía más como una forma de divertirse, porque era una tremenda gocetas. Cuando llegó a hacer la obra tuvo que reaprender muchos elementos del oficio y a fe que los asumió muy rápido. Aunque su personaje era una ingenua, ella le inyectó una cierta astucia y picardía, que no es obvia en el texto escrito, lo cual le dio mucho más matices. Tuvimos una temporada muy exitosa y de ahí estrechamos mucho más una amistad que sólo truncó su muerte”, dice el director.
Por su parte, Dago García, hoy vicepresidente de Producción del Canal Caracol, la escogió, junto con el director Alfredo Tappan, para la novela ‘El pasado no perdona’, que García escribió con Luis Felipe Salamanca. “Aunque no tuvimos una relación cercana, era perfecta para el personaje y ya trabajando con ella entendí porque todos decían que era muy profesional y una gran actriz“.
Y con uno de sus amigos que no se alcanzó ver fue con el director de cine Gustavo Nieto Roa, con quien hizo ‘Esposos en vacaciones’ y ‘Colombian Conection’.
“Rocío Obregón, una de nuestras amigas en común, me dijo que podía pasar a verla entre hoy jueves y mañana viernes, que Celmira quería conversar conmigo, haciendo una excepción, pues últimamente no recibía a nadie (por su enfermedad). La verdad, aunque hace unos tres años que no nos veíamos, nuestra conexión fue permanente. Siempre me dijo que yo la había convertido en actriz de cine, pero que como ya era una grande la televisión, la hiciera una grande de este medio”, comenta Nieto Roa.
Juntos estuvieron mostrando las películas en París, Roma y Nueva York, en una época en la que el cine colombiano prácticamente no existía.
«No pensé que estuviera tan mal, pues no hace mucho vi unas fotos en Facebook en las que se veía feliz en sus viajes por el mundo, con su hermana Consuelo y su hija“, sigue.
Y recuerda que Celmira le preguntaba, en las épocas en las que grababan las películas, que por qué nunca le daba instrucciones. “Yo te hablo mentalmente, te doy las órdenes telepáticamente”, le respondió Nieto.
Celmira, con la dulzura que la caracterizaba, le dijo: “Debe ser cierto, por eso, quiero que de ahora en adelante siempre estés así conmigo”.