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Recomiendan como máximo poner el aire acondicionado a 24 grados

Se recomienda, como máximo, poner el aire a 24 grados. Porque si se baja más la temperatura, el contraste entre el calor y el frío puede ser muy malo para la salud. Está claro que no la contraen por el frío que hace en la calle. Los aparatos de aire acondicionado contribuyen a secar gargantas, apadecer faringitis y si no se hidratan bien, terminan doliendo.
Especialistas advierten que las mucosas de la nariz se encargan de calentar y limpiar el aire que llega a los pulmones. Pero cuando los sistemas de refrigeración están programados para ofrecer una temperatura demasiado baja, las mucosas nasales no pueden hacer bien su función, lo que obliga a respirar por la boca. Eso es aún peor, porque el aire frío y contaminado llega directamente a la garganta y a los bronquios, causando amigdalitis, laringitis y bronquitis.

Intensidad del frío: Hay que tener en consideración que pasar siete u ocho horas en el lugar de trabajo expuesto al aire acondicionado -aunque el daño está en relación con la intensidad del frío y el tiempo de exposición- es suficiente para afectar a las mucosas. «El aire acondicionado es todo lo contrario al aire ideal, ya que es frío y seco», indican los neumólogos, que añaden que las personas con algún tipo de proceso alérgico son más sensibles a padecer los efectos de la refrigeración.

Los especialistas en el área de enfermedades respiratorias, recalcan que los equipos de aire acondicionado deben conservarse en condiciones óptimas de limpieza, porque si no se revisan y adecentan con frecuencia aumenta el riesgo de la aparición de enfermedades respiratorias como la legionelosis.
El aire acondicionado seca el ambiente allí donde expulsa el aire, lo que puede provocar irritaciones a las personas que permanezcan expuestas, causando molestias rino-faríngeas, sequedad en los ojos o incluso irritaciones dérmicas. Algunas veces, a personas más sensibles también puede producirles faringitis y rinorrea intensa. Además, inhalar directamente el aire frío y la sequedad de éste disminuyen las barreras defensivas del epitelio bronquial haciéndolo más vulnerable a las infecciones, tanto bacterianas como virales. Incluso las personas que sufren asma pueden llegar a sufrir una crisis de bronco-espasmo. Asimismo, el aire acondicionado puede desencadenar migrañas a partir de cefaleas, y a quienes hacen uso de lentillas pueden verse perjudicados por irritaciones que les impida utilizarlas si están mucho tiempo tras el aire acondicionado.
Por otro lado, también resultan perjudiciales los cambios bruscos de temperatura que causa el salir de un lugar donde está puesto el aire acondicionado hacia donde no está. Esta sensación puede llegar a desembocar en sudoraciones e incluso mareos. Además el ruido provocado por el aire acondicionado, sea del propio electrodoméstico o del aire atravesando las conducciones, pasa inicialmente desapercibido pero al salir del lugar o al apagar el aparato se pueden padecer acúfenos con sensación de pérdida auditiva temporal si se ha permanecido mucho tiempo expuesto a ese ambiente. Yatasto Noticias
También hay otras medidas a tener en cuenta. No podemos cambiar que el aire esté seco, pero sí que esté limpio: hay que limpiar los filtros y conducciones cuantas más veces mejor y vaciar todos los días los recipientes de condensación de agua si no hay un sistema que lo haga solo.

La importancia de limpiar los filtros

Los especialistas remarcaron que los equipos de aire acondicionado deben conservarse en condiciones óptimas. Todos los años, antes del inicio del verano, deben limpiarse los fitros ya que los acondicionadores pueden acumular hongos, gérmenes y otros microorganismos. También es importante que los sistemas de aire centralizados, como los que hay en hoteles, sanatorios u hospitales, cuenten con el mantenimiento adecuado para evitar el riesgo de legionelosis. Se trata de una infección respiratoria que causa la bacteria Legionella pneumophila. Aunque no hay registros epidemiológicos de legionelosis en la Argentina, se sabe que la bacteria está en el país. De hecho, en enero de 2013 dos enfermeras del Hospital de Carmen de Areco fallecieron a causa de una neumonía atípica. Tiempo después, los análisis demostraron que habían sufrido una coinfección con el virus de la gripe y la bacteria Legionella.

Para limpiar los filtros del aire acondicionado hogareño, primero se debe desconectarlo del tomacorriente, luego abrir la tapa frontal y sacar el filtro. Se debe asear con agua limpia. Si el filtro está muy sucio, se puede usar agua y detergente. Por último, hay que dejar secar el filtro (preferentemente no al sol) y volver a colocarlo.