Fue un prestigioso médico cardiocirujano argentino, reconocido mundialmente por ser quien realizó el primer by pass cardiaco en el mundo. Se desempeñó en la Conadep, condujo programas de televisión dedicados a la medicina y escribió libros. René Gerónimo Favaloro nació en la ciudad de La Plata, Argentina el 12 de julio de 1923. Favaloro se crió en una familia siciliana de La Plata, junto a sus padres Juan Bautista Favaloro, un carpintero hijo de sicilianos nacidos en la isla de Salina(perteneciente al archipiélago de las Eolias), e Ida Raffaelli de Favaloro una modista; y ya desde niño fue confeso simpatizante del club de fútbol de su barrio: Gimnasia y Esgrima de La Plata (hoy el palco oficial del estadio lleva su nombre).
Con apenas cuatro años de edad, René comenzó a manifestar su deseo de ser “doctor” cuando sea grande.
Siempre estuvo comprometido con el conocimiento, gracias en parte a su abuela materna, quien le transmitió su amor por la naturaleza y la emoción al ver cuando las semillas comenzaban a dar sus frutos. A ella le dedicaría su tesis del doctorado: “A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca”.
Realizó la primaria en la escuela Nº45, “Manuel Rocha”, donde se levantó un mural en su memoria. En 1936 comenzó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de la Plata; finalizada esta etapa, ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las prácticas en el Hospital Policlínico y empezó a tomar contacto por primera vez con los pacientes. Excediendo lo exigido por el programa, volvía por las tardes para controlar la evolución de los pacientes y dialogar con ellos.
Asimismo observaba a los alumnos de sexto año de Rodolfo Rossi o Egidio Mazzei, profesores titulares de Clínica Médica, y, además, presenciaba las cirugías de José María Mainetti y Federico E. B. Christmann, quien le enseñó las técnicas de simplificación y estandarización que aplicó después en la cirugía cardiovascular, su contribución a las operaciones del corazón y las grandes arterias. Su preparación profesional la realizó en el Hospital Policlínico donde se recibían los casos complicados de toda la provincia de Buenos Aires. Vivió en el hospital durante los dos años de residencia. Se graduó en 1949 e inmediatamente se produjo una vacante para médico auxiliar, puesto al que accedió en forma interina, pero en la tarjeta con los datos para completar figuraba una cláusula en donde aceptaba la doctrina del gobierno de turno y se tenía que afiliar al Partido Justicialista, lo que no aceptó.
Una vez recibido, previo paso por el Hospital Policlínico, se mudó a la localidad de Jacinto Aráuz en la provincia de La Pampa para reemplazar temporalmente al médico local, quien tenía problemas de salud. Al poco tiempo su hermano, Juan José, médico también, empezó a trabajar en la clínica con él, integrándose muy pronto a la comunidad por sus condiciones humanas. Durante los años que ambos permanecieron en Jacinto Aráuz fundaron un centro asistencial, desapareció la mortalidad infantil de la zona, se redujo la cantidad de infecciones en los partos y la desnutrición, crearon un banco de sangre de personas vivas con donantes que se presentaban cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que enseñaban métodos para prevenir enfermedades. En este pueblo permaneció por doce años.
Favaloro se actualizaba con publicaciones médicas y realizaba cursos de capacitación en La Plata. Se interesó por las intervenciones cardiovasculares, que en ese tiempo se estaban empezando a desarrollar, y por la cirugía torácica.Empezó a ver la forma de terminar su etapa de médico rural y capacitarse en Estados Unidos, el profesor José María Mainetti le aconsejó la Cleveland Clinic. Se radicó en Cleveland a la edad de 40 años y se desempeñó primero como residente y luego en el equipo de cirugía en colaboración con médicos locales, concentrando su trabajo en enfermedades valvulares y congénitas. Posteriormente se interesó en otros temas, como las cineangiocoronariografíasy al estudio de la anatomía de las arterias coronarias y su relación con el músculo cardíaco. A comienzos de 1967, Favaloro estudió la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria, haciendo prácticas con sus ideas en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada delbypass o cirugía de revascularización miocárdica, fue el principal trabajo de su carrera, lo que le dio prestigio internacional, ya que el procedimiento cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria. El Doctor Favaloro fue el primero, que satisfactoriamente realizó la cirugía del bypass de la arteria coronaria del corazón. Substituyó la obstrucción de la arteria coronaria de una mujer de 51 años en mayo de 1967 con un pedazo de vena safena en la Clínica de Cleveland. Esto fue “el principio” de la cirugía del bypass, que gradualmente se ha ido mejorando con la nueva tecnología. Favaloro indudablemente ha cambiado la historia de la enfermedad coronaria. Hoy en día se realizan entre 600.000 y 700.000 cirugías de ese tipo por año solamente en los Estados Unidos.
En 1970 editó un libro llamado Surgical Treatment on Coronary Arteriosclerosis, que fue también editado en español con el nombre Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria. En 1971 Favaloro regresó a la Argentina con el sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la investigación y la educación.
En 1975 fundó con ese propósito junto a otros colaboradores laFundación Favaloro, ubicada en la avenida Belgrano 1746 de la ciudad de Buenos Aires, que además es un centro de capacitación donde estudian alumnos de diferentes partes del mundo y donde cada dos años se celebra el congreso Cardiología para el Consultante.
En 1980, el equipo de Favaloro realizó el primer trasplante cardíaco del país en el Sanatorio Güemes con una sobrevida prolongada. En 1990 realizó el primer transplante cardiopulmonar del país. Además, en 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica, manteniéndolo con dinero propio por un largo tiempo, dependiente del Departamento de Investigación y Docencia de laFundación Favaloro. Con posterioridad, pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas. Esta fue la base de la creación, en agosto de 1998, de la Universidad Favaloro.
En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro. Con el lema “tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico” se brindan servicios altamente especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar, cardiopulmonar, hepático, renal y de médula ósea, además de otras áreas. Favaloro concentró allí su tarea, rodeado de un grupo selecto de profesionales. El Centro Editor funcionó hasta el año 2000.
Se desempeñó en la Conadep, condujo programas de televisión dedicados a la medicina y escribió libros.
Favaloro visita Sicilia
En mayo de 1999, René Favaloro fue nombradoCiudadano Ilustre de la isla de Salina en Sicilia. Su abuelo había nacido en Val di Chiesa donde tenía una viña. En 1890, a causa de la filoxera que destruyó las vides, su abuelo emigró a la Argentina.
Por tal motivo, las comunas de Leni, Malfa y Santa Marina Salina le confirieron este galardón a René Favaloro y posteriormente en Leni se inauguró un busto marmóreo conmemorativo. Un centro médico de la isla también lleva el nombre de este ilustre nieto de sicilianos.
“Qui a Salina, – ha escrito René Favaloro – la terra dei miei nonni, mi emoziono, come sempre accade, fino al midollo delle ossa. Ora sto poggiando i piedi sopra le mie radici. La prima volta fu un’estate di diversi anni fa. Mi incamminai solo, passeggiando per queste valli, godendo della vista del loro verde lussureggiante, dei fiori profumati, fermandomi spesso per raccogliere questa terra con le mie mani, stringendola e strofinandola con amore. Ho rubato furtivamente qualche chicco d’uva, masticandolo lentamente, pensando che questa era l’uva che assaporavano i miei nonni”.
Crisis y suicidio
Durante la crisis del 2000, su fundación tenía una gran deuda económica (motivada en gran parte porque el gobierno no le pagaba a tiempo por la atención de pacientes del Estado) y le solicitó ayuda al gobierno sin recibir respuesta, lo que lo indujo a suicidarse.
El 29 de julio de 2000, después de escribir una carta al Presidente Fernando De la Rúa criticando al sistema de salud, como una ironía del destino, el hombre que había contribuído a salvar millones de personas con problemas cardíacos, a los 77 años se quitó la vida de un disparo al corazón con un arma calibre 38, en su departamento del barrio porteño de Palermo.
Favaloro no tenía hijos. Hace un año y medio había muerto su mujer. Sus familiares, no quisieron hacer declaraciones sobre la muerte del médico más importante que supo dar el país.
Favaloro jamás perdió oportunidad de denunciar problemas tales como la desocupación, la desigualdad, la pobreza, el armamentismo, la contaminación, la droga, la violencia, etc,convencido de que sólo cuando se conoce y se toma conciencia de un problema es posible subsanarlo o, aun mejor, prevenirlo.
Participó en televisión en programas educativos para la población, entre los que se destacaba la serie televisiva Los grandes temas médicos, y presentó numerosas conferencias en la Argentina y en el exterior, sobre temas muy diversos como medicina, educación y la sociedad de nuestros días.
En octubre de 2007, siete años después de su muerte, estuvo como finalista en el programa de televisión El Gen Argentino, en el cual se eligió al personaje argentino que mejor representa las características del país y su gente.
René Favaloro publicó más de trescientos trabajos de su especialidad.
Debido a su pasión por la historia llegó a escribir dos libros de investigación y divulgación sobre el general José de San Martín. Uno de ellos en 1984, titulado: ¿Conoce Ud. a San Martín? Y el otro de 1991, La memoria de Guayaquil.
Es autor también de la autobiografía De La Pampa a los Estados Unidos (la versión en inglés, titulada The Challenging Dream of Heart Surgery fue publicada en Boston, EE.UU. por Little, Brown and Company en 1994), en el cual recuerda sus diez años de trabajo en equipo con eminentes personalidades de la medicina durante su estancia en la Cleveland Clinic. Éste se publicó por primera vez en 1992, llegando a alcanzar la octava edición en 1996.
Además, su autobiografía denominada Recuerdos de un médico rural tiene varias ediciones, la primera de ellas editada en el año 1980. Finalmente su penúltimo libro, Don Pedro y la Educación, se publicó en Buenos Aires por el Centro Editor de la Fundación Favaloro en 1994. Su último libro lo escribió en el año 2000, el mismo de su suicidio, titulado El milagro y el valor de la vida. En colaboración con Luis Landriscina y el sacerdote Mamerto Menapace.
Su amigo Luis Landriscina lo recuerda a Favaloro con las siguientes palabras:
“Era un médico rural con una enorme capacidad para el aprendizaje, como él decía, era producto de un gran esfuerzo: ‘quien piense que yo soy una luminaria está equivocado, yo soy producto de mi esfuerzo y eso es lo que les pido a los jóvenes, que ahora tienen el mensaje cambiado”. Favaloro quería que lo recordaran como un educador, era un hombre sencillo, afable, muy tierno, yo diría un hombre-niño a veces, porque se emocionaba muy fácilmente. Dios me puso en el honor de ser su amigo, sobre todo en los últimos tiempos cuando él estaba más solo. Su tremendo dolor en sus últimos días era no poder pagarle a los médicos y a sus empleados, le daba mucha vergüenza, debiéndole las instituciones, una tres millones y medio de dólares, otra un millón y pico. Yo he sido testigo en una oportunidad porque un dinero insinuaba un vuelto y él dijo: “prefiero morir con las botas puestas pero no voy a transar con la corrupción”. Eran los últimos tiempos, cuando ya los que le debían ni siquiera lo atendían. Yo creo que se suicidó por una cuestión de enojo, él era un siciliano. Algunos dicen que estaba deprimido, pero no, porque alguien que escribe siete cartas, se baña, se afeita, se peina, se mira al espejo y se parte el corazón de un tiro está diciendo algo: “yo salvé el corazón de mucha gente, abrí el camino a la vida a millones de personas con el by-pass, entonces ¿por qué no me ayudan?”. Yo entendí el mensaje y me puse a trabajar y a sacar de la memoria de la gente el suicidio, por eso celebro todos los años “El Cumpleaños por la Vida” en Canal 7. Allí cuento con la ayuda de muchísima gente. La Fundación sigue creciendo”.
Sus 10 deseos constaban en 10 Reglas
1. No hay proyecto posible si dejamos de ser honrados. El culto a la verdad es prioritario.
2. Defender la LIBERTAD como condición esencial para el desarrollo del hombre.
3. Luchar por la consolidación de la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA con una mayor equidad distributiva.
4. La JUSTICIA SOCIAL es uno de los principios éticos capitales.
5. Debemos ser SOLIDARIOS.
6. Debemos ser RESPONSABLES. A nuestra responsabilidad individual se agrega nuestra responsabilidad familiar y colectiva. Basta de escapismos. Todos necesitamos estar comprometidos.
7. Nuestras vidas deben dedicarse principalmente a luchar por la DIGNIDAD del hombre.
8. Pretendemos una VIDA MEJOR aquí en la Tierra.
9. Debemos bregar por la UNIDAD LATINOAMERICANA.
10. Nada se consigue sin ESFUERZO. Hay que trabajar, con fe, con esperanza, todos los días. (Por Alberto Seoane / publicado en El Siciliano)

Favaloro: «Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar»