Teófilo Gutiérrez aterrizará en el Aeropuerto de Portela, en Lisboa, con la lapicera lista para firmar por tres temporadas con el Sporting. Mientras tanto, en Ezeiza estará entrenándose Tabaré Viudez, a la espera de que ese trámite permita que River pueda pedir el transfer a la federación turca y así habilitarlo para que juegue en la Copa y en el campeonato también.
Los lusos le habían mejorado los números de su contrato y luego en Núñez no les quedó otra que reconocer y pagarle la deuda que reclamaba el jugador para poder concretar una operación que le dejará muy poco a la tesorería.
El acuerdo entre los clubes se había cerrado hace ya unos días en 3.400.000 euros por el 90% del pase. Sacándole los impuestos, la cifra neta se reduce a 2.750.000, de los cuales a River le corresponde la mitad, ya que compartía la propiedad de la ficha del colombiano con la empresa Stadium Enterprises. Así, el número asciende a 1.375.000 euros, que Sporting pagará en cómodas cuotas, la última con vencimiento dentro de tres años. Pero ahí no se terminan los descuentos que tienen que hacer los dirigentes. Porque la gran traba para cerrar esa transferencia fue la deuda que le reclamaba Teo a River -alrededor de 600 mil dólares- y que finalmente prometieron pagarle para que decidiera emprender el viaje hacia Portugal, acompañado por su abogado Alberto Moreno y su nuevo asesor deportivo Marcelo Ferreyra, hombres que destrabaron el caso luego de que el colombiano dejara de lado a Efraín Pachón, su ahora ex representante.
Y como si fueran pocas las deducciones para River, apareció un poder firmado por la anterior CD designando a un agente con exclusividad para gestionar la venta del colombiano y reconociéndole un 10% del valor de la transferencia, compromiso al que quedaron atados los actuales dirigentes. Así, entonces, restando lo que le debían al delantero y la comisión que también deberán pagar, de 1.375.000 euros que le corresponden por la mitad de la ficha, en la tesorería del Monumental apenas quedarán alrededor de 800.000 euros.
Sin dudas, una pérdida económica muy grande respecto a los 3.250.000 dólares que River le había pagado al Cruz Azul hace dos años por un jugador que en dos años levantó 4 copas, dos torneos locales de AFA y dos copas internacionales.