Una catástrofe natural que castigó ayer Santiago, arrancó árboles de raíz, derribó postes del tendido eléctrico, techos, tapias, carteles comerciales y destruyó vehículos que quedaron en la calle. Un feroz tornado con ráfagas de viento que superaron los 120 kilómetros por hora; una fuerte lluvia y caída de granizo, se abatieron poco antes de las cuatro de la tarde, en una nueva jornada agobiante que a esa hora transcurría con 41 grados.
La magnitud del fenómeno arrojó pérdidas millonarias que hasta última hora de ayer no se podía evaluar, porque se seguía trabajando en los daños ocasionados.
El viento ocasionó serios destrozos y uno de los sectores más castigados fue el parque Aguirre, donde cayeron numerosos eucaliptus. Durante toda la noche trabajaron cuadrillas de Defensa Civil, Parque y Paseos y Servicios Públicos, para despejar las principales áreas del paseo, por lo que se desconoce la cantidad de especies que fueron derribadas.