Inicio » Cultura & más » Jesus Estrada: Una vida de comparsa y carnaval
Jesús Estrada, cacique de la legendaria comparsa Los Tonkas. Yatasto

Jesus Estrada: Una vida de comparsa y carnaval

Jesús Estrada es el cacique de los Tonkas, la comparsa más antigua de Salta, con 52 años de vida.
Jesús le dedicó su vida a esta comparsa, aunque no le impidió realizar otras actividades. Es jubilado y actualmente realiza trabajos de herrería con su hijo. En sus épocas mozas fue jugador de fútbol de primera división, formó parte de los equipos de Huracán, la Liga Salteña, San Martín de Tucumán, la Liga Jujeña y fue entrenador de Peñarol. Nunca de alejó de su pasión que es cantar y bailar en los carnavales.
“Palomita, palomita
yo aquí te vengo a cantar
con mi comparsa Los Tonkas
y celebrando el carnaval”.
¿Cómo empezó su interés por el carnaval?
Yo habré tenido 7 u 8 años, vendía diarios y lustraba zapatos en la plaza 9 de Julio y veía pasar las comparsas, que en ese entonces se hacían en la plaza. Estamos hablando de 1950 más o menos.
En esa época, todos salían a la calle para jugar al carnaval, había pomos de plomo con agua perfumada, serpentinas, papel picado. Los cocheros le ponían palmeras a los coches y arriba iban disfrazados de gatos, otros con galeras, todos se disfrazaban.
Las comparsas salían sin gorros y sin nada, solo se ponían una vincha con una pluma.
Yo veía todo eso y me gustaba. Cuando tenía alrededor de 10 años decidí ingresar a una comparsa y desde ese momento no paré más. En 1962, yo habré tenido 19 o 20 años, armamos en Villa Belgrano la comparsa de Los Tonkas, que en un primer momento no se llamó así, porque, en ese entonces, todos los años se le cambiaba el nombre a las comparsas; pero al tercer año se me ocurrió ponerle Los Tonkas y ese fue el definitivo.
¿Es la comparsa más antigua de todas?
No, la del barrio Villa San Antonio y la de Villa Lavalle son de la misma época, pero estas se dividieron o fueron cambiando los nombres, como por ejemplo Villa San Antonio, que antes se llamaban Los Teucos, pero esa ya no existe más porque se dividió en varias comparsas.
Los Tonkas son los únicos que quedaron de esa época, o sea, que podemos decir que es la más antigua.
¿Qué significa el nombre?
Tonkas significa caballos salvajes. Pero yo cuando elegí el nombre no sabía qué significaba, le puse Tonkas porque me gustaba nomás. Se me ocurrió porque existían los Toykas y los Teucos y por eso me salió el nombre Tonkas, pero hasta después de un tiempo no sabía qué significaba. Un día vi una película y ahí descubrí que significaba caballo salvaje.
¿Cómo eran los corsos antes?
Era un espectáculo la avenida Belgrano, eran inmensos, la avenida estaba repleta de punta a punta.
Cuando comenzamos a participar ya como Los Tonkas, la Belgrano tenía un boulevard al medio con pinos altísimos. El corso daba la vuelta por la Zuviría y llegábamos a la calle Sarmiento, íbamos por una mano del boulevard y volvíamos por la otra. Dos vueltas dábamos. El palco oficial estaba en la plaza Belgrano.
Cuando sacaron el boulevard y la dejaron como ahora salíamos de la Alvear hasta la Pueyrredón o Vicente López. Todos los años ganábamos el primer premio y con esa plata manteníamos a la comparsa.
Antes lo organizaba la Municipalidad, pero cuando aparecieron los Corsos de la Ibazeta (Asociación de Agrupaciones Carnestolendas) la cosa cambió.
¿Cómo eran las carpas?
Yo no he sido carpero, he sido comparsero. Fui pocas veces a las carpas. Donde sí me gustaba ir era a la fonda de Cerrillos, porque me gusta escuchar cantar a las copleras con las cajas. Bajaban de los cerros con los caballos y se ponían a cantar.
Quiero aprender a cantar con caja. A veces me pongo solo con la caja y mi mujer se me ríe. Tengo ganas de dejar los corsos y ponerme a cantar con la caja.
¿Cómo surgen las ideas cada año?
Yo cuando me acuesto empiezo a pensar qué podemos hacer para la comparsa, cómo armar los gorros, cómo hacemos para comprar las cosas, cómo le podemos ganar a las otras comparsas, qué hacer para el próximo año, se me ocurren canciones y demás. Es algo que me acompaña todo el tiempo.
Lleva toda una vida dedicada a la comparsa…
Sí, pero estoy un poco cansado de esto, porque es toda una vida organizando la comparsa y ya no me quedan muchas ganas para salir a cantar y bailar. En realidad de lo que estoy cansado es de armar todo. Si por mí fuera, saldría cantando al último y yo feliz, pero ponerme al hombro todo el armado… ya no me dan muchas ganas. Pero los chicos me piden que lo siga haciendo, me vienen a buscar para salir.
He perdido trabajos y muchas cosas por esto, porque lleva tiempo y es un trabajo enorme.
Y este año, ¿dónde se van a presentar?
Actualmente no salimos a los corsos populares. El año pasado salimos en los corsos de Cerrillos, pero no vamos a los de acá. Nos invitaron al Unico Corso de Salta, este que se ha unificado ahora, pero nosotros cobramos por actuar y ellos no quieren pagar.
Es carísimo hacer los gorros y el vestuario. Nosotros usamos el dinero que ganamos en las presentaciones para comprar telas, plumas y pintura, buscamos que los bailarines pongan la menor cantidad de plata posible de sus bolsillos, porque ese es dinero que cada uno utiliza para su familia. Entonces, gratis, nosotros no trabajamos. Las veces que participamos en el Corso de las Estrellas fuimos auspiciados por distintas empresas, pero siempre cobramos. No buscamos ganar dinero sino solo cubrir los gastos.
Este año todavía no sabemos dónde vamos a estar. Tenemos que confirmar en el de Cerrillos, pero en el Unico de Salta no vamos a estar.
¿Por qué no participarán del corso unificado?
Porque además de que no nos pagan, yo no quiero participar del corso en el que estén involucrados los del excorso de la Ibazeta, porque en el año que surge el corso de la calle Ibazeta, ellos no querían que nosotros estuviéramos ahí, nos dejaron de lado, tanto a nosotros como a Los Teucos.
Ahora dicen que el corso se va a hacer en el Centro de Convenciones de Limache, yo hablé con los changos de la comparsa y les dije que si ellos querían participar, estaba todo bien, pero yo no entraba porque no me olvido que nos dejaron de lado y yo he prometido nunca participar del corso de la Ibazeta y este, a pesar de que se juntaron las dos, es más de lo mismo.
Después de que los dejaran de lado, ¿cómo siguieron los Tonkas?
Nosotros no hicimos nada para participar de ese corso y comenzamos a abrir el abanico hacia otros lugares y así llegamos a recorrer casi todo el país y la provincia.
Actuamos en Jujuy, Tucumán, Buenos Aires, Córdoba. Estuvimos en el Teatro San Martín de Córdoba, uno de los teatros más importantes del país, ahí fuimos a actuar.
¿Cuántos son los integrantes de la comparsa?
Actualmente 200 o 250, pero llegamos a ser 400 integrantes. En estos momentos prefiero que seamos menos pero mejor organizados. Es difícil manejar a 250 personas y, encima, a veces muchas están borrachas.
Eso pasa en el carnaval, algunos empiezan a tomar y después comienzan los problemas. Viene la Policía, los tenés que sacar de la fila y mandarlos a su casa. Es jodido eso.
¿Con cuánto tiempo se preparan las comparsas?
Para hacer una buena comparsa, bien presentada, se empieza tres meses antes del carnaval; pero ya con la idea de lo que se va hacer bien clara. Cuando termina el carnaval, descansamos un mes y ya nos ponemos a pensar en el corso del año que viene.
¿Cuánto dinero gastan en la comparsa?
Ahora no le podría decir, porque no sé cuanto sale el kilo de pluma; pero el año pasado costaba mil pesos y un gorro mayor utiliza dos kilos. En promedio el gorro mayor estaba costando el año pasado unos cinco mil pesos, solo el gorro, porque después está la ropa que usan.
Nosotros les damos toda la ropa a los gorros mayores. Ellos gastan en los gorros y nosotros les damos el resto. Las tumbadoras salen alrededor de 500 pesos, pero hay que pintarlas. La plata sale de las distintas actuaciones que realizamos, eso pasa a un fondo común para pagar la tela, la modista, la pintura, al que nos corta el cartón y todo lo que necesitamos para que la comparsa salga.
Lo bueno es que entre los mismos integrantes de la comparsa van armando las cosas, hay un carpintero que hace las tumbadoras, otro chico que pinta, yo sueldo los hierros de los gorros mayores, mi señora corta la tela de los trajes. Algunos cobran y otros lo hacemos gratis al trabajo, pero está bueno porque genera un ingreso para los mismos de la comparsa.
¿Qué significa para usted el carnaval?
El carnaval para mí era una locura, pero antes, cuando íbamos a la Belgrano, cuando salíamos a la calle. Ya no se sale a la calle, es algo que se perdió. Este año vamos a tratar de salir a la calle porque la gente ya no ve comparsas.
Lo único que hacemos ahora es ir al corso y volvemos. Yo antes salía a la comparsa y volvía como a los tres días, mi mujer me quería matar.
Se ha perdido eso, antes se jugaba con agua en las calles, se pintaban. En Jujuy todavía se vive de esa manera, pero acá no.
¿Por qué el corso de Gualeguaychú es más conocido que el salteño?
Porque nosotros estamos perdiendo la esencia, la tradición. En los corsos, hay murgas que tienen origen brasilero; los caporales, que son bolivianos; el candombe, que es uruguayo; y a la comparsa, que es de origen salteño, no se le da importancia. Estamos perdiendo a las comparsas, porque los caporales están ocupando el lugar. (Fuente: Diario El Tribuno)