Lanús, con mayoría de suplentes, y Boca Juniors, que terminó jugando con dos más, empataron 2-2 en un partido emocionante en el Sur en el cual el local quedó con chances hasta la última fecha, mientras que, los de Carlos Bianchi se despidieron definitivamente de la lucha por el título del Inicial 2013. El juvenil Marcos Astina abrió la cuenta para el `Granate´ a los 22 minutos del primer tiempo. Lo empató Nicolás Blandi a los 5m. de la segunda etapa, pero Oscar Benítez, a los 17m., puso de nuevo arriba en el marcador al dueño de casa. Sin embargo, el mediocampista Juan Sánchez Miño, a los 20m., selló el empate en el estadio Néstor Díaz Pérez.
El equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto terminó el encuentro con dos menos ya que el árbitro Diego Ceballos, de discreta actuación, expulsó a Jorge Ortiz (6m. ST) y a Víctor Ayala (36m. ST). Con este resultado, Lanús, con 30 puntos, quedó a dos del líder San Lorenzo y llega a la última fecha, en la que visitará a Newell´s Old Boys (30), en Rosario, con posibilidades de forzar un desempate para definir el título del torneo. El conjunto del `Mellizo´ deberá ganar en Rosario y esperar que no gane San Lorenzo ante Vélez Sarsfield en Liniers. Así, iría a un partido final, según el resultado, contra los de Ricardo Gareca ó frente a los de Juan Antonio Pizzi. Sin embargo, el conjunto del sur bonaerense pedirá la postergación de este cotejo ya que disputará la final de la Copa Sudamericana ante Ponte Preta de Brasil. La ida, como visitante, será el próximo miércoles y el desquite, la semana siguiente.
En un partido emocionante, con todos los condimentos de una final, Boca volvió a desaprovechar una oportunidad de pelear el campeonato hasta el cierre y tropezó con dos jugadores más ante un Lanús, que pese a contar con un elenco alternativo, estuvo a la altura y puede cerrar el año con una doble corona. En el primer tiempo, Lanús fue muy superior al conjunto dirigido por Carlos Bianchi que brindó, nuevamente, una pálida imagen en todos los sectores del campo y si no recibió más goles fue por la gran respuesta de su arquero Agustín Orión.
El local sacó ventaja por el buen trabajo en el mediocampo de Jorge Ortiz y Fernando Barrientos, dos de los «experimentados» que puso Guillermo Barros Schelotto para mechar con los jóvenes. También contribuyeron las trepadas por derecha de Víctor Ayala y las gambetas del pibe Astina, quien fue una pesadilla para el fondo boquense.
El desarrollo empezó de ida y vuelta, pero después del cuarto de hora, el dueño de casa justificó la superioridad con varias situaciones de gol: un cabezazo de Ayala que pegó en los dos palos, un remate del paraguayo que sacó Orión y otro de Facundo Monteseirín, casi abajo del arco. Luego de varios intentos, el gol llegó a los 22m. a través del debutante Astina (integrante del seleccionado argentino Sub 17) que luego de una mala salida de la defensa visitante recibió en el área grande y definió cruzado ante la salida de Orión. Boca no le encontraba la vuelta al partido y aunque el `Virrey´, desde el banco, intentó con algunos cambios posicionales en la mitad de cancha, la ocasión más clara (antes se acercó el uruguayo Ribair Rodríguez) fue sobre el final de la primera parte con una aparición de Emanuel Gigliotti que derivó en una espectacular tapada de Agustín Marchesín.
En la segunda etapa se perdió el orden y los dos equipos salieron decididos a llevarse el triunfo. Boca, con el ingreso de Juan Sánchez Miño, tuvo más la pelota y llegó rápido al empate por el cabezazo de Blandi, el otro que entró en el entretiempo para cambiarle la cara al `Xeneize´. No obstante, en cuestión de minutos, Lanús tuvo la victoria a su merced ya que Oscar Benítez, luego de un gravísimo error de Agustín Orión, volvió a poner en ventaja (y puntero en ese momento) al local y en la jugada siguiente tuvo el 3-1. Pero falló en el mano a mano y desperdició la oportunidad de ampliar las cifras.
Esto le permitió crecer a Boca, pero con dos jugadores más, desnudó las falencias ofensivas por las que hace varias fechas dejó de ser un candidato firme al título. Y si llego hasta la penúltima jornada con alguna chance se debió a las defecciones de los demás y no por merecimientos propios. La gente de Lanús reconoció el esfuerzo de los «pibes» y saludó al equipo con la ilusión de conseguir el segundo título local de su historia y una nueva corona internacional.